Las circunstancias extraordinarias vividas durante el confinamiento han modificado las necesidades que debemos cubrir para disfrutar con mayor plenitud y comodidad de nuestro hogar. Son nuevos los requisitos que supone la “nueva normalidad”, que han transformado las tendencias vigentes en interiorismo, y se harán evidentes en este próximo año.

Ya no basta con tener lo que es habitual en las viviendas, ahora es importante integrar en nuestros ambientes cotidianos elementos que nos permitan sentir más cerca la naturaleza, para disfrutar la liberación que nos ofrece.

También, ha cobrado mayor importancia la funcionalidad de los elementos presentes en cada habitación, para cubrir necesidades que han surgido con el teletrabajo y garantizar el total confort en las estancias.

Pero no solo se ha hecho más importante mejorar la sensación de libertad y comodidad en el hogar, también ha ganado valía el deber sumar prácticas más amigables con el planeta, como el reciclaje y la reutilización de materiales en la decoración.

A continuación, enumeramos algunas de las tendencias que marcarán el diseño e interiorismo en el próximo año 2022:

 

Colores y texturas naturales

La necesidad de estar en constante contacto con la naturaleza se ha viralizado y ahora cobra fuerza como nunca en la decoración. Por eso los tonos naturales suaves como el arena y el blanco en sus distintos tonos, además de los verdes se impondrán como tendencia para pintar las paredes de los distintos espacios en el hogar. Para los más enérgicos y arriesgados, colores como el azul profundo o mostazas serán excelentes opciones.

Para el revestimiento de suelos la madera al barniz natural, piedra, revestimientos de fibras naturales como la yuta o rafias vuelven a relucir entre las alternativas más acertadas, con sus colores neutros, texturas únicas y apariencias volubles.

No podrán faltar las plantas como elementos decorativos fundamentales, en sus versiones más clásicas como las de maceta o en versiones modernas como los jardines verticales.

 

Muebles de diseño

Por un largo tiempo el minimalismo se ha impuesto en el diseño del mobiliario, pero este 2022 vuelven con fuerza las formas y modelos más creativos. Tal y como ocurría es los años 70 del siglo pasado, tendrán protagonismo los círculos y las curvas aligerarán las líneas rectas y esquinas de los enseres.

Es de suma importancia que los muebles cuenten con la versatilidad y funcionalidad que les permita su uso en diversas situaciones. Por ejemplo, una mesa que sirva como parte de la decoración y pueda transformarse en un escritorio, camas que puedan plegarse como parte de un armario para abrir paso a un estudio o despacho, o sillas con respaldo ergonómico para soportar largas horas de trabajo o ver la televisión en el salón.

 

Sostenibilidad y reciclaje

Ser más cuidadosos con el planeta es una necesidad que se impone cada vez más, por eso la reutilización de materiales y la confección artesanal de distintos elementos decorativos son una clara tendencia que se hace más común, así como la aplicación de materiales como el plástico de botellas en la confección de cojines de poliéster y otros elementos textiles, el aprovechamiento de maderas antiguas en nuevos muebles, y la aplicación de antiguos desechos orgánicos como las cascaras de huevo, en la creación de ornamentos.

Metales 

Como parte de esa tendencia eco-sostenible y de reutilización de materiales, los metales vuelven a ser una opción adecuada para muebles tanto de exterior como de interior como sofás, butacas, mesillas, mesas de centro o auxiliares y diversos elementos decorativos como las lámparas.

Espacios amplios y luminosos

Contar con amplitud de espacio es ahora fundamental y puede lograrse aplicando los colores cálidos de la naturaleza, antes mencionados, también con la redistribución de elementos y mobiliario, apertura de espacios, o preservando algo de privacidad con cerramientos o puertas de cristal.

Un adecuado sistema de iluminación también permite ganar espacio visual y dar un toque especial y sofisticado en interiores.

Maximalismo

La simplicidad de estilos como el nórdico pasan a un segundo plano para dar paso a la belleza en la complejidad de las formas y estampados.

El unicolor quedará rezagado ante la máxima expresión de energía y colorido en todos los textiles del hogar: desde manteles y cortinas, hasta ropa de cama y cojines.